Buenos días queridos todos y todas.
Este año quiero felicitarme. Quiero hacerlo por mail que hoy en día (quitando el fucking whatsapp) es la forma de comunicación más extendida.
Quiero felicitarme por la suerte que tengo. Suerte por tener a gente como vosotros a mi lado. Quizá nos veamos una vez a la semana o una vez al año, pero os tengo presentes a todos.
Muchas veces me acuerdo de vosotros por vuestro sentido del humor, por vuestra forma de ver la vida, por vuestra influencia en mí.
Muchas veces creo (estoy convencido de hecho) que yo no sería como soy si no fuera gracias a vosotros.
Podremos estar lejos físicamente hablando, pero estamos muy cerca. Estáis en mí. Todos y cada uno de vosotros. Aunque haya puesto a mucha gente en este correo, cada uno de vosotros está seleccionado, agregado a la lista de direcciones con conocimiento de causa.
Os quiero regalar un cuento que me parece que ilustra muy bien lo que quiero decir.
El árbol de los amigos
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Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar y hay otras que apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros y luego pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien. Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma y del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz y lo que necesitamos sin que se lo pidamos. A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces nos hemos enamorado y tenemos un amigo enamorado. Ese amigo da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. También hay amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra y aunque no los vemos seguido están siempre cerca en nuestro corazón. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestras vidas. Cada persona que pasa en nuestra vida es única y siempre, siempre, deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor y salud, hoy y siempre. Sin embargo, habrá también los que se llevarán mucho y, habrá de los que no nos dejaran casi nada. Esta es la situación en la que se comprueba que dos almas no se encuentran por casualidad. |
Os deseo un inmejorable final de año, y un mejor inicio del siguiente. Os deseo lo mejor de lo mejor.
Yo no soy supersticioso, que eso da muy mala suerte ;-P pero creo que este año, 2015 va a ser muy bueno.
Todos los años acabados en 5 han sido vitales en mi vida. Este no va a ser una excepción.
OS AMO.
1 comentario:
Cómo es la vida. Estoy ojeando el blog, que hace dos años casi que no escribo nada y me llama la atención un post de 2015 en el que decía que intuía que iba a ser un año vital en mi vida. No me equivocaba.. Este año nació mi segundo y amadísimo hijo Jorge. Qué podía ser más especial, más relevante, más satisfactorio.....? A los dos. Os amo.
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