domingo, 1 de abril de 2012

Lo que más duele, no son las acciones de los “malos”, sino el silencio de los “buenos”

Lo que más duele, no son las acciones de los “malos”, sino el silencio de los “buenos”



El otro día comentando con un compañero mi desazón por el tema inmobiliario(al fallecer mi padre hemos heredado una vivienda que queríamos vender) me surgió una situación harto dolorosa.



Estábamos hablando de cuánto pedir por la casa, por sus metros, situación etc, y sobre todo por el precio de las viviendas del estilo por la zona. Él mantenía que si los demás que venden lo hacen a cierto precio yo no tenía porque hacerlo a un precio inferior, mientras que yo mantenía que no había que fijarse en eso, si no en cuanto estaría yo dispuesto pagar por la casa, como precio de salida.



El caso es que mi compañero (al que aprecio mucho) tuvo una desafortunada frase cuando le dije…


-Si es que yo no puedo poner la casa al precio que me dices, aunque sea el precio de mercado porque yo no creo que la casa valga esa cantidad, aparte de que soy yo el primero que no ve justo ese precio de mercado-


A lo que él me respondió


-Bueno, pero tampoco vas a ser tú el tonto que la ponga más barata-



Tonto….eso es lo que está llevando a esta sociedad a degradarse cada vez más…al que es un trepa, un garrulo, un tiburón… es al que la sociedad nos pone como ejemplo de admiración, mientras que a los que son honrados, coherentes, sinceros, se les llama tontos.



Véanse ejemplos de personas admiradas (sin necesidad de recurrir a ejemplos de Belenes), podemos encontrar cantidad de personajes públicos admirados que no hacen otra cosa que ser maleducados, insultar, gritar, hacer trapicheos legales….



Hay un “compañero” en el trabajo que es el exponente máximo del garrulismo, de la España profunda, de todos los valores (o contravalores mejor digo) que yo, como ser humano, considero altamente retrogrados, insolidarios, incluso que van en contra de lo que la propia esencia social del ser humano representa. Estaba este metiéndose con otro compañero voces, humillandole, agobiandole, hasta que ya no pude más…


-¿Oye XXX qué no vas a parar de meterte con XXX?¿Qué te parecería si todo esto se lo dicen a tu mujer en su trabajo o a tu hijo en el colegio. No te parece que te estás pasado un poquito?


Cual fue mi sorpresa, cuando tro compañero salta en su defensa, diciéndome


-Venga Javi, traquilo-


TRANQUILO???? Pero si lo que tendríamos que hacer es encerrrar este tipo en una jaula con los monos!!!!



Me han sucedido multitud de ejemplos de este tipo. Y lo que más me duele no es que exista gente que sea así de bruta, de agresiva, de ofensiva….tan carente del más mínimo resquicio de empatía. Lo que de verdad me duele, lo que no soporto, es que hablando luego con el resto de compañeros TODOS estaban de acuerdo en que se estaba pasado tres pueblos…y yo digo Y PORQUÉ NO DECÍS NADA!!!???



Puedo entender que no todo el mundo se atreve a enfrentarse otra persona para defender a un “extraño”, pero, cuando alguien lo hace no le pares. Como se suele decir en las manifestaciones…no nos mires, únete. Aprovecha esa ola de rabia de los bondadosos y súmate a ella, no hagas de rompe olas, por MIEDO.



El caso es que como dijo Martin Luther King… Tendremos que arrepentirnos en esta generación no sólo por las acciones y palabras hijas del odio de los hombres malos, sino también por el inconcebible silencio atribuible a los hombres buenos.”


Mientras los que somos buenos, es decir la inmensa mayoría de la sociedad, sigamos permitiendo que los malos campen a sus anchas por miedo a no enfrentarnos, esta sociedad está condenada sin remedio.


#OBER#Dom 1, Abril, 2012