lunes, 23 de agosto de 2010

Lo siento, pero no me dan pena.

Pues no, lo siento, pero no me dan pena.

El otro día tuvimos en l trabajo una interesante charla a cuento de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. El caso es que en un momento dado dos personajes se escandalizaron porque dije que no me daba pena un torero al que cogían en la plaza.
Me reitero en mi opinión.

La cosa es que uno de los que se escandalizaron me comentó, con mucha intención…
-Entonces cuando un montañero se mata haciendo alpinismo tampoco te dará pena no?? Que luego el helicóptero para rescatarle lo pagamos todos con nuestros impuestos.-
Por fin tengo la oportunidad de responder. Sí, opinaría lo mismo.
El otro día dieron una noticia de que varios “montañeros” habían contratado un guía para recorrer el “Caminito del rey”
http://www.youtube.com/watch?v=NXrVG7aoizc
solo verlo pone los pelos de punta. El caso es que, como no era de extrañar, sucedió un terrible accidente y el guía murió. La vía en cuestión, lleva cerrada por peligrosidad varios años. Para más información;
http://es.wikipedia.org/wiki/Caminito_del_Rey
solo un par de datos; el camino data de 1905, y lleva cerrado desde 2000 por la muerte de varios excursionistas.

Igualmente recuerdo un escalador llamado Dan Osman. Murió. Se dedicaba a escalar paredes verticales de ciento y la madre de metros a pelo.
http://www.guzer.com/videos/dan_osman_speed_climbing.php
Sí, sí, sin cuerda ni nada. Acojonante.
http://es.wikipedia.org/wiki/Dan_Osman

Igualmente que si alguien va a 220 por la carretera y se sale de una curva en un acantilado, o si vas completamente borracho, si juegas a la ruleta rusa en un cumpleaños, si escalas paredes sin cuerda, si te metes por un camino derruido, obsoleto y altamente peligroso o cuando un torero le pilla un bicho de 800Kgrs al que le han picado, mareado y abanderillea…y mueren, lo siento en el alma, pero no me dan pena.

Tampoco me alegro, pero como dice el refrán;
“Al que tiene cama y duerme en el suelo no hay porqué tenerle duelo.”

Casos muy diferentes son los escaladores-cañoneadores-excursionistas que toman medidas de seguridad para no morir y tienen accidentes, los que están viendo los toros y mueren aplastados por un toro saltarín, los que se chocan contra el que conduce borracho. Esos no buscaron la muerte, o por lo menos, ponen medidas para que no les pille.

domingo, 15 de agosto de 2010

Qué maravilloso es el lenguaje

Qué curiosos somos los seres humanos y cómo prendemos a salir de los atolladeros en los que nos metemos cuando nos interesa. Cómo nos las apañamos para utilizar el lenguaje, y de una forma completamente inconsciente o no, le damos la vuelta a las palabras para hacer ver algo que nos conviene (y que digamos no se corresponde demasiado con la realidad), he intentamos omitir esa parte que no queremos que se sepa.

Cuántas veces nos habremos visto involucrados en ese maravilloso “pronombre reflexivo exculpatorio”.

Ese amigo (que es un manitas) que, siempre que se rompe algo, está dispuesto a ayudar, a deleitarnos con sus habilidades manuales.
- Jodé con el móvil este, le quiero cambiar la tarjeta y no hay quien lo habrá-
- Déjame a mí que yo te lo abro-

Tras unos minutos haciendo alarde de su capacidad prensil, propia de los homínidos más desarrollados, con sus dedos morcillosos, retorciendo la carcasa de tu móvil para abrirla, derrepente suena el típico “crack” y tu colega, el manitas, dice eso de…

- Anda, SE HA roto macho, menuda mierda de móvil, si es que os fabrican mal aposta, los móviles ya no son lo que eran....-

Ese chaval de 5 años que te cruzas andando con su madre por la calle y la madre va regañándole porque ha perdido la chaqueta del uniforme. El niño con toda su candidez, su inocencia, su ternura dice…

- Es que SE HA perdido en el patio, mami – jejeje que cabritos, como saben cuando usar el “mami, “papi”, “te quiero”, “porfaporfaporfa”…

Vas corriendo por la calle, casi has roto a sudar y por fín llegas a la estación de metro, donde has quedado con tus 5 colegas para salir a tomar algo. Llegas 25 minutos tarde, y Mr Smith, el de la puntualidad inglesa, te reprocha que llegas tarde y encima no has ni llamado para avisar, y tú, con tus dos huevazos le dices…

-Es que el móvil SE HA quedado en casa cargando, no tenía batería-
Ole. Y me quedo tan ancho.

Está claro que tú no tienes la culpa de que tu móvil no tenga batería infinita, ni de haberte entretenido más de lo debido con el acicalamiento personal, ni de que tu móvil, por voluntad propia haya decidido meterse el cargador por el culo y conectarlo a la red eléctrica sin avisarte. ¡¡Encima de que vas corriendo!!

Cierto amigo nuestro tenía por costumbre llegar SIEMPRE, como mínimo 20 minutos tarde. Cuando llegaba siempre se producía la misma conversación.

-Tronco llegas x minutos tarde-
Ya, ya losé lo sé, lo siento, es que SE HA hecho tarde-

¡¡Pero tendrás valor!! Cómo ha podido el tiempo osar a dejar de seguir su permanente e inalterable cadencia, para correr más rápido en tu contra. La culpa claramente es del tiempo, que no es regular.

–¿Pero a que hora habíamos quedado tío?-
-A las 19.00-
-Ya pero es que son las 19.45, ¿a que hora has salido de tu casa?-
Y con sus dos colonazos te decía
-a las 19.00- y encim se echaba una carcajadilla en tu cara.
Pero si vives a 6 estaciones de metro, y con un trasbordo capullo!!! Que creías que el metro era el teletransporte??

Recuerdo el día que fui a comprar unos pantalones con una amiga y dispuesta a no reconocer su ligero engrose, cogió unos pantalones de la talla 38 para probarse, sabiendo que ella no usaba esa talla desde 3º de BUP, (y estábamos en 4º de carrera).
Entra, se prueba los pantalones y sale a enseñármelos.

-¿Qué tal me quedan?-
-Bueno, yo creo que un poco ajustados, no?-
-Bah, esto luego cuando lo lavas cede-

Y la que se agacha para ver como le van de apretados…Raaaaaacks, rajote en el pantalón en las costuras anales.
Sale del vestidor con los pantalones en la mano y le dice a la dependienta, con dos ovarios;

-Perdone señorita, estos pantalones SE HAN rajado.

¡¡Ole ole y ole, que vivan la gracia y el salero!! Qué valor.

Lo mejor de todo esto sin duda es la cara de gilipollas que se le quedan al dueño del móvil, a la mamá cabreada, a Mr Smith, al que espera 45 minutos a su colega, a la dependienta, al acompañante…

Esto no es si no un reflejo más de la picaresca española.

Qué maravillosos es el lenguaje, que volátil, que dúctil, que versátil, que interpretable…